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Los eclipses son…
De manera general, cuando un astro es ocultado por otro. Proviene del griego antiguo ekleipo, que significa disminuir (Fernández, p. 134).
“Cuando el sol se eclipsa para desaparecer, se ve mejor su grandeza”.
Lucio Anneo Séneca.
Vivir cualquiera de los tipos de eclipses es una experiencia única, por eso mitológicamente se le han atribuido presagios y advertencias; en la ciencia ha sido una oportunidad para entender los enigmas astronómicos y para los aficionados al universo es un alimento para el alma. Así que te invitamos para que sigas leyendo y descubras datos sobre estos fascinantes fenómenos.
Tipos de eclipses
Eclipse de Sol. Se produce cuando el disco del Sol desaparece en parte o completamente, debido a que el de la Luna pasa delante suyo. De este derivan:
a) Eclipse solar total. La Luna cubre completamente el disco solar, y solo se puede observar la corona del Sol. Este fenómeno solo es visible desde una estrecha franja de la Tierra.
b) Eclipse solar parcial. La Luna solo cubre una parte del Sol, y el efecto visual es que el Sol parece tener un «mordisco».
c) Eclipse solar anular. La Luna se encuentra más lejos de la Tierra en su órbita, por lo que su tamaño aparente es menor que el del Sol. Durante este tipo de eclipse, la Luna no cubre completamente el Sol, dejando un anillo brillante de luz solar visible alrededor de su borde.
Eclipse de Luna. cuando la Luna se oscurece en parte o completamente, porque la Tierra se interpone entre ella y el Sol cubriéndola con su sombra. De este derivan:
a) Eclipse lunar total. La Luna pasa completamente por la sombra de la Tierra, adquiriendo un tono rojizo debido a la dispersión de la luz en la atmósfera terrestre. Este fenómeno también se conoce como “Luna de sangre”.
b) Eclipse lunar parcial. Solo una parte de la Luna atraviesa la sombra de la Tierra, lo que provoca que una sección de la superficie lunar se oscurezca.
¿Cómo se han vivido los eclipses en México?
Desde la experiencia de una aficionada
Seguramente casi todos hemos tenido la oportunidad de presenciar algún eclipse, de manera personal recuerdo una experiencia particularmente interesante, el eclipse total de Sol de 1991. Lo viví siendo una niña y recuerdo perfectamente cómo los animales domésticos comenzaron a inquietarse y una oscuridad recorrió rápidamente el Sol; sentí que fue una eternidad pero no fue así. Mi hermana me explicó qué era un eclipse y yo quedé fascinada… quería volver a verlo.
Años más tarde pude ver el eclipse total de luna que ocurrió el 3 de marzo de 2007, ese día me alisté en el jardín y con mi hermana compartimos una plática sobre la vida y las maravillas de la naturaleza; por segunda vez nos asombramos con los eclipses. Siendo adulta, en compañía de mi madre observé el eclipse anular del pasado 14 de octubre y me dio mucho gusto que ella, a sus 75 años, se emocionara como si fuera una niña al verlo.
Ahora puedo decir que he vivido los eclipses como una aficionada, pero hay profesionales que también los han presenciado y vivido de otra manera.
Desde el punto de vista de los profesionales
Por ejemplo, la astrónoma Julieta Fierro menciona que en el eclipse total de Sol del 11 de julio de 1991 fue muy importante para México, duró 7 minutos y el director del Instituto de Astronomía de la UNAM, Alfonso Serrano, logró constituir un Comité intersectorial para el eclipse.
Mientras que Julieta Fierro les explicaba a los docentes las maneras seguras de ver el eclipse. Por su parte, el Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica (INAOE), el Centro de Investigaciones en Óptica, A. C. participaron en la elaboración de filtros seguros y en el Instituto de Astronomía se revisó que fuera así. Hubo un campamento en las instalaciones de la Universidad de Baja California Sur para que las misiones científicas de todo el mundo llegaran ahí, pues había pocos hoteles en ese tiempo. El evento terminó pero se mencionó que el 8 de abril de 2024 existirá otro eclipse total de Sol.
En fechas recientes, hubo un eclipse anular, el 14 de octubre del presente año pudo observarse en Estados Unidos, México y muchos países de Centroamérica y Sudamérica. En la ciudad de México también se presenció el eclipse de forma parcial y la UNAM organizó un pícnic en las islas de esta institución, donde Julieta Fierro Gossman, investigadora del Instituto de Astronomía de la UNAM, dio inicio al evento con una conferencia sobre la ciencia detrás de este fenómeno. Después de su intervención, se realizó un homenaje póstumo al compositor mexicano Javier Álvarez, se presentó una destacada obra de la compositora estadounidense Laurie Spiegel y se instaló un planetario para el disfrute de los asistentes.
La pregunta ahora es ¿cómo viviremos el próximo eclipse del 8 de abril de 2024?
Tu pasaporte al cosmos
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¡Buen camino estelar!
